Huérfanos (cuadra 7 del jirón Azángaro).- En 1613, ya se le conocía como “Cuadra de los Niños Huérfanos”. Hacia 1603, vivía en Lima un siervo de Dios llamado Luis de Ojeda (que se hacía llamar “Luis Pecador”), quien trató de establecer un hospital para negros. Con las limosnas que obtuvo, compró el sitio para su construcción. Pero su confesor, el franciscano Juan de la Roca, lo persuadió para que su hospital lo dedicara a acoger niños expósitos, ya que había presenciado la horrenda imagen de perros comiendo cadáveres de esas criaturas. Así, con nuevas limosnas se estableció este hospital que albergó a los niños huérfanos, y cuyo nombre fue “Nuestra Señora de Atocha”.
Huevo (cuadra 5 de la avenida Tacna).- En realidad, no hay un dato suficientemente serio que explique el curioso nombre de esta calle. Solo tenemos la versión que, en tiempos del virrey Conde de Superunda, a pocos meses de los terribles terremoto y maremoto de 1746, se encontró en esta calle un corral de gallinas donde salió, de un cascarón, un basilisco o pollo fenomenal . Tal fue la noticia, que muchos limeños –alarmados- fueron a visitar el corral (Nota: Existe una antigua creencia que, ocasionalmente, las gallinas ponen un huevo pequeño. Estos deben ser destruidos y quemados para evitar que nazca el basilisco, un pollo con forma de serpiente. Este animal traería desgracias. Al nacer, busca un rincón de la casa y mata con la mirada a las personas que lo ven. Para conjurar el mal es necesario tener espejos en todas las habitaciones, pues cuando el “monstruo” ve su propia imagen muere de inmediato).
Judíos (cuadra 2 del jirón Huallaga).- Se llamó así a partir de 1613 cuando, según el padre Bernabé Cobo, cronista de Lima, colocaron en la mampara de la Catedral, correspondiente a esta calle, una pintura del suplicio de los judíos por la Santa Inquisición, y que causaba una conmoción religiosa a la gente que transitaba por allí. Asimismo, existe la versión que en la puerta lateral de la Catedral que daba a esta calle se colocaban tablillas con los nombres de los judíos acusados de herejía. Por su lado, Manuel Atanasio Fuentes indica que en esa puerta, llamada “Judíos”, no solo estaban los nombres sino las figuras de los judíos herejes; agrega, que “estuvieron colocadas hasta hace pocos años” (y esto lo escribió Fuentes en 1850).
Mariquitas (cuadra 3 del jirón Moquegua).- Según Ricardo Palma, allá por el año 1758, vivía en Lima el alférez Basilio García Ciudad, quien improvisó la siguiente décima a tres señoritas, de nombre María, que vivían en esta calle:
Mi cariño verdadero
Dijera a alguna de las tres,
Mas lo fuerte del caso es
Que yo no sé a cuál más quiero.
Cada una es un lucero,
Las tres por demás bonitas,
Congojas dánme infinitas,
Y para hacer su lección<
No atina mi corazón
Entre las tres Mariquitas.
Otra versión aclara que en esta calle vivían Mariquita Villa Díaz (mujer muy agraciada y dueña de una tienda muy surtida) Mariquita Dalón (también dueña de una tienda y muy agraciada), Mariquita Antonia Cándara (hermosa dama y dueña de una casa), Mariquita Castín (otra bella mujer que tocaba el arpa) y Mariquita Soria (Una dama llena de virtudes y gracia). Por ello, el vecindario llamó a esta calle de las “Cinco Mariquitas”.
Además es importante saber que muchas de estas fotos fueron tomadas por el prestigioso fotógrafo del siglo XIX: EUGENE COURRET, un francés que plasmó en sus imágenes las primeras fotos en placas de vidrio que hoy pueden apreciarse. Pueden acceder a algunas de ellas en ese enlace
http://ascorefa.com/archivos%20pdf/fotos_Lima_1880_1925.pdf